sábado, 21 de febrero de 2009

Ideologías Latentes

Por José Jaime Martínez Arenas

Actualmente estamos viviendo una época de desencantamiento, la sociedad, ha venido transformándose en gran medida a partir de la segunda mitad del siglo XX, los valores que alguna vez eran compartidos hoy parecen pasar desapercibidos al ser humano e incluso hasta a ser denigrados. Estamos acostumbrados a escucharlos en la boca de los políticos todos los días, comentamos entre nosotros las injusticias que viven ciertos hombres, organizamos conciertos benéficos (como Live 8), hacemos colectas, criticamos al sistema de gobierno, pero, ¿hasta donde somos capaces de llegar para defender estas causas?
Nos desenvolvemos en una sociedad del "yo", la primacía del placer, la comodidad y de vivir el presente.La acepción más usual del posmodernismo se popularizó a partir de la publicación de La condición posmoderna de Jean-François Lyotard en 1979, a pesar de que ya muchos autores habían utilizado el término, pero, ¿Qué es el posmodernismo?Podríamos resumirlo argumentando que es una ruptura con todo lo que se encontraba establecido, los sistemas de orden, los cánones artísticos, las ideologías comunes. Es básicamente, un hasta aquí con los valores establecidos en la era moderna y una vida basada en la autosatisfacción y el consumo (es por esto que podemos llamarlo también "posmaterialismo").
Los ideales del la modernidad (igualdad, libertad y fraternidad), se desprendieron del movimiento llamado "ilustración", nacido en Francia y que desencadenó no solo la revolución francesa, sino que sirvió de catapulta para las revoluciones posteriores, inclusive la de nuestro país, no olvidemos la celebre frase de Emiliano Zapata "Tierra (aludiendo a una condición de igualdad en la repartición de esta) y libertad".
En estos tiempos, esos valores que unificaron a la sociedad para realizar una movilización de dimensiones representativas, capaces de tirar un sistema de gobierno y además reestructurarlo, son víctimas del desinterés. El progreso ha sido relegado a ser una simple cuestión utópica, el ser se preocupa por sí mismo y por el hoy que es lo que le atañe.Podemos entonces dividir a la posmodernidad en tres sectores, dependiendo de su área de influencia. Como un periodo histórico, como una actitud filosófica, o como un movimiento artístico.
A continuación cito características de la posmodernidad, divididas en de orden histórico-social y socio-psicológicas:
Características histórico-sociales
1. En contraposición con la Modernidad, la Posmodernidad es la época del desencanto. Se renuncia a las utopías y a la idea de progreso.
2. Se produce un cambio en el orden económico capitalista, pasando de una economía de producción hacia una economía del consumo.
3. Desaparecen las grandes figuras carismáticas, y surgen infinidad de pequeños ídolos que duran hasta que surge algo más novedoso y atrayente.
4. La revalorización de la naturaleza y la defensa del medio ambiente, se mezcla con la compulsión al consumo.
5. Los medios de masas y el marketing se convierten en centros de poder.
6. Deja de importar el contenido del mensaje, para revalorizar la forma en que es transmitido y el grado de convicción que pueda producir.
7. Desaparece la ideología como forma de elección de los líderes siendo reemplazada por la imagen.
8. Los medios de masas se convierten en transmisoras de la verdad, lo que se expresa en el hecho de que lo que no aparece por un medio de comunicación masiva, simplemente no existe para la sociedad.
9. Aleja al receptor de la información recibida quitándole realidad y relevancia, convirtiéndola en mero entretenimiento.
10. Se pierde la intimidad y la vida de los demás se convierte en un show.
11. Desacralización de la política.
12. Desmitificación de los líderes.
Características socio-psicológicas
1. Los individuos sólo quieren vivir el presente; futuro y pasado pierden importancia.
2. Hay una búsqueda de lo inmediato.
3. Proceso de pérdida de la personalidad individual.
4. La única revolución que el individuo está dispuesto a llevar a cabo es la interior.
5. Se rinde culto al cuerpo y la liberación personal.
6. Se vuelve a lo místico como justificación de sucesos.
7. Pérdidas de fe en la razón y la ciencia, pero en contrapartida se rinde culto a la tecnología.
8. El hombre basa su existencia en el relativismo y la pluralidad de opciones, al igual que el subjetivismo impregna la mirada de la realidad.
9. Pérdida de fe en el poder público.
10. Despreocupación ante la injusticia.
11. Desaparición de idealismos.
12. Pérdida de la ambición personal de autosuperación.
13. Desaparición de la valoración del esfuerzo.
14. Existen divulgaciones diversas sobre la Iglesia y la creencia de un Dios.
15. Aparecen grandes cambios en torno a las diversas religiones.
16. Desaparece la literatura fantástica.
17. La gente se acerca cada vez más a la inspiración 'vía satelital'.
18. Las personas aprenden a compartir la diversión vía internet con amistades.
Después de esta breve pero necesaria contextualización, es momento de centrarnos en el objetivo de este artículo, y brota una cuestión, ¿cómo es capaz una sociedad de cambiar una problemática después de observar la carencia de ideales?
En México estamos comenzando a experimentar situaciones de violencia que cada vez se tornan más críticas. Como ejemplo más reciente tenemos los primeros ataques terroristas en nuestro país, registrados el 15 de septiembre de éste año.
Me tome en serio la tarea de visitar unos cuantos blogs de fácil acceso en la Internet (hay que aprovechar la "Sociedad de la Información), y observar un poco de la opinión pública (si todavía existe) con respecto a la violencia que se está gestando en el país, por supuesto salen a reducir los temas clásicos, falta de educación, poca preparación del poder judicial, falta de empleos, las autoridades no hacen bien su trabajo o son corruptas. Incluso me tope con el comentario de un(a) venezolano(a) (que no dejó su nombre) opinando acerca de las acciones que se necesitan en México para disminuir la ola de violencia, a ver si después de haber leído las páginas anteriores esto les suena conocido:
"Los recursos no los tiene ya que estos no son solo monetarios, se necesita el recurso humano y México está muy lejos de tenerlos. Tendrían que empezar por renovar toda la policía y crear un nuevo ciudadano que pueda dar policías honestos. Pero eso es casi utópico". Si me has puesto atención claro que esto te es familiar, eso que resalta en negritas es otra característica del pensamiento posmoderno, en circunstancias distintas esta persona citaría esta solución con la convicción de ser una posibilidad.
Algo más que observé fue una nota que en seguida salto a mi vista y que se publicó en la página www.vanguardia.com.mx, en donde se mencionaba que la iglesia católica acusaba a las mujeres de provocar a los hombres que las acosan, a continuación transcribo la nota:
Prensa YVKE/ Agencias
Jueves, 21 de Ago de 2008. 4:48 pm
En México hay un candente debate en torno a la forma de vestir de las mujeres. La misma se desató cuando la Iglesia Católica en México sugirió que las mujeres no deben usar minifaldas para no "provocar" el acoso de los hombres.
A través del semanario "Desde la Fe", la publicación oficial de la Arquidiócesis de México, el sacerdote Sergio Román del Real le sugirió a las mujeres no usar "ropa provocativa" ni entrar en "conversaciones o chistes picantes" -con hombres- para evitar agresiones sexuales.
El texto es parte de una serie de artículos previos al VI Encuentro Mundial de Familias México 2009 -organizado por la Iglesia católica- que dice que "las minifaldas y los bikinis van contra el recato".
Estas declaraciones provocaron que al menos unas 15 personas se manifestaran frente a la Catedral de Ciudad de México. Los manifestantes intentaron entrar al templo pero la policía se los impidió. Al mismo tiempo, una universidad en el oeste del país está considerando la posibilidad de vetar las minifaldas.
Desde luego no se hicieron esperar los comentarios y críticas por parte de los usuarios del blog de este sitio Web, en donde no bajaban a los representantes de la iglesia de machistas, misóginos, pero sobre todo una palabra aparecía por todas partes "pedófilos". Observamos pues otra característica de posmodernismo, la iglesia que ha impulsado cambios en la sociedad ha perdido su credibilidad y poco a poco ha ido disminuyendo su capacidad de movilización.
Día con día el panorama nacional luce más difícil y preocupante, el narcotráfico y otras formas de delincuencia parecen ganar cada vez más poder y las autoridades se inmiscuyen en mayor medida en estos factores, muy pronto se encontrarán hasta el cuello. Las consecuencias de éste incremento en la violencia perjudican también sectores como el económico. Nos encaminamos hacía una crisis, y el resultado no parece estar en acciones de protesta como las marchas y manifestaciones que se han llevado a cabo sin resultados, es por eso que me aventuro a afirmar que solo existe una salida ante la situación, revolución.
Las revoluciones son una forma particular de movimiento social, mediante las cuales algunos sectores subalternos intentan destruir los aspectos centrales del orden vigente, al que consideran injusto, y construir uno nuevo.
El descontento o el rechazo al orden vigente se manifiesta en la participación de un sector amplio de la población, que apoya o se involucra directamente en el movimiento social que provoca la destrucción de dicho orden.El resultado de toda revolución es la destrucción del orden vigente y el comienzo de la construcción de uno nuevo.
Pero, es cierto que para una movilización social dirigida hacia la revolución es necesario que esta se impulse por una ideología compartida.
Según diferentes textos extraídos de la Internet encontramos que:
Una ideología es el conjunto de ideas compartidas, tendentes a la conservación o la transformación del sistema existente (económico, social, político...), que caracterizan a un grupo, institución, movimiento cultural, social, político o religioso. A veces es un rasgo fuertemente identitario.
La ideología interpreta y justifica los actos personales o colectivos de los grupos o clases sociales, a cuyos intereses sirve, y explica la realidad de una forma asumible y tranquilizadora para que pueda mantenerse la interpretación o justificación previa tal como estaba en el imaginario individual y colectivo, independientemente de la circunstancia real.
Marx en su Crítica de la Filosofía del Derecho en Hegel señala "las revoluciones necesitan un elemento pasivo, una base material. Un pueblo sólo pondrá por obra la teoría en cuanto ésta represente la realización de sus necesidades". "Cierto, el arma de la crítica no puede sustituir la crítica por las armas; la violencia material no puede ser derrocada sino con violencia material. Pero también la teoría se convierte en violencia material una vez que prende en las masas. La teoría es capaz de prender en las masas, en cuanto demuestra ad hominem, y demuestra ad hominem en cuanto se radicaliza. Ser radical es tomar la cosa de raíz. Y para el hombre la raíz es el hombre mismo."
El papel de la ideología, según la concepción marxista de la historia, es actuar de lubricante para mantener fluidas las relaciones sociales, proporcionando el mínimo consenso social necesario mediante la justificación del predominio de las clases dominantes y del poder político.
Una vez aclarado el concepto, regresemos al enfoque posmodernista que explica la ausencia de ideologías que permitan a la sociedad una movilización revolucionaria. Siguiendo esta afirmación parece imposible encaminarse a esta solución.
Sin embargo ciertos hechos han puesto en tela de juicio la supremacía del paradigma posmodernista, un ejemplo muy claro lo tenemos con la obra "El fin de las ideologías" del sociólogo estadounidense Daniel Bell, de 1960, en donde afirmaba que se habían agotado los ideales que habían existido, para sustituirse por formas más pragmáticas que arrojaran resultados. Esta teoría captó la atención del mundo hasta que se presentaron fenómenos que desprestigiaron tal afirmación, como lo fueron la lucha de los derechos civiles de los afroamericanos y los movimientos estudiantiles como lo fue el del año 68 en nuestro país.
De igual manera, en la actualidad se han manifestado alternativas ideológicas al liberalismo, incluso parece estar renaciendo la ideología marxista entre los jóvenes, sobre todo en la sociedad europea.
Consideró pues que no hay tal fin de las ideologías, observo un aletargamiento de ellas, no han muerto, se encuentran latentes, los instrumentos de dominación del sistema en poder, como la opinión pública, se han encargado de mantenerlas en ese estado. Son los medios de comunicación los responsables, siendo realmente el primer poder, aún por encima del Estado.
El filósofo italiano Gianni Vattimo afirma que la posmodernidad es una especie de "babel informativa", donde la comunicación y los medios adquieren un carácter central. Para Vattimo, las ideas de la posmodernidad y del pensamiento débil están estrechamente relacionadas con el desarrollo del escenario multimedia, con la toma de posición mediática en el nuevo esquema de valores y relaciones.
Estamos ante el dominio del poder mediático que se proyecta como el principal aletargador de las ideologías sociales, con el objetivo de imponer su alienación, tal como consideró Carlos Marx al explicar:Las ideologías no describen al hombre y su situación en el mundo y la sociedad de un modo correcto, sino de un modo deformado, falso; esa deformación en la descripción del hombre es consecuencia del interés de la clase dominante por mantenerse en su situación de dominio; como nos dice Marx en "La ideología alemana" "las ideas de la clase dominante, son, en todas las épocas, las ideas dominantes". La clase dominante dispone de los medios de producción material, pero también del control y producción de los bienes espirituales, de la producción de la cultura, por lo que las ideas que en una sociedad triunfen serán las que la clase dominante quiera que dominen.La sociedad está dividida, no encuentra ideas comunes para realizar un proceso revolucionario, los medios se han encargado de segmentarla para evitar que logren compartir objetivos. La industria mediática ha conducido también hacia una sociedad del consumo.
Es por lo antes citado que se necesita una reivindicación en los medios masivos para la desalienación del sujeto, como proceso primario para impulsar la revolución.
El siguiente paso es reformar algunas ideas modernistas que resultaron fallidas y acoplarse al mundo que tenemos en la actualidad, tal como lo considera el teórico Jürgen Habermas:
La posmodernidad en realidad se presenta como anti-modernidad. Él define a los posmodernistas como "jóvenes conservadores" y dice que estos recuperan la experiencia básica de la modernidad estética; "reclaman como suyas las confesiones de algo que es subjetivo, liberado de las obligaciones del trabajo y la utilidad y con esta experiencia dan un paso fuera del mundo moderno". Este autor defendía la diversidad de las diferentes culturas bajo el primado de los derechos humanos como base normativa de "una vida libre de dominación". Ello supone llevar cabo una segunda Ilustración de la modernidad, que corrija sus fallos, al tiempo que preserve sus logros ciudadanos y democráticos.
Sin embargo no solo basta con el triunfo de la revolución para el combate a la violencia, esa es solo la base, ya que al encontrarnos en un mundo en el que la globalización es una realidad, se necesitan encontrar las raíces del problema, las conexiones, por lo cual es indispensable el trabajo en conjunto de las naciones inmiscuidas.
El proceso es largo y nada fácil, sin embargo la historia se ha encargado de demostrar la factibilidad.

Bibliografía:
es.wikipedia.org/wiki/Posmodernidad
www.portalplanetasedna.com.ar/revolucion
www.vanguardia.com.mx

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