jueves, 22 de mayo de 2008

A viejo.

¡Hueles a viejo!, a esa ropa que reposa en las profundidades de un baúl cubierto de polvo, esa ropa carcomida por las viejas cucarachas que habitan el desván, esa que esta impregnada de recuerdos y aposcaguada de experiencia, aquella que un día fue, la que no usamos más, y sin embargo, en una rara ocasión tomas entre tus manos sacudiéndole el abandono, cuidando de no romper la frágil tela de hilos de telaraña, y es así que vuelve a vivir, aunque su vida sea tan corta como la de una mariposa, pero tan plena como la de un viejo roble a la mitad del viejo bosque. ¡Hueles a viejo! Decía la vieja Francisca a Gabriel, su compañero durante 52 años, después de hacer el amor en la antigua y gastada cama carcomida por la polilla.

Gabriel se volteo para poder ver esos ojos noche ahora rodeados de arrugas, de huellas que se dejan al recorrer los caminos, pero igual de profundos como siempre, los observaba atentamente bajo un charco salado, él incorporo la espalda como pudo, venciendo a la reuma y al agotamiento con un aire fatigado y le besó la frente, después dejó reposar su cabeza sobre los gastados pechos de su esposa, y lloró en silencio cuidando que Francisca no lo notara, a Gabriel no le gustaba que le vieran llorar, sin embargo Francisca siempre lo notaba, mas no le decía nada, fingía no darse cuenta, y esa noche confirmó su sospecha cuando sintió una pequeña lagrima recorrer su pecho deslizándose hasta su ombligo, así se quedaron los dos hasta que los venció el sueño, así como los había vencido el tiempo.

lunes, 19 de mayo de 2008

En la busqueda de un nuevo periodismo

Tengo certeza de que no hay hombre más libre que el reportero. Los acontecimientos los hace suyos y en esa medida le pertenecen. Julio Scherer García

El periodismo padece la esclavitud del presente, pero no estaría de más volver. Julio Scherer García

Si el gobierno es el que está permitiendo la expresión en el periodismo, no debe ser el mismo gobierno quien esté coartando la expresión del periodismo. Vietnam García León.

Si vemos el periodismo como tal, yo no veo periodismo en Xalapa. Vietnam García León


La terca memoria


La terca memoria, es un recorrido por algunos de los nombres, lugares, momentos y sucesos representativos en la trayectoria de uno de los periodistas más reconocidos e indispensables en México y América latina, palpando algunas de esas fibras tan personales, que acompañan a los humanos durante la senda profesional. Historias de amistad, traición, admiración, que a veces colocan en una encrucijada al humano periodista, entre el afecto y el deber.

Julio Scherer García, alguna ocasión director de Excélsior, otra al frente de Proceso, hombre de carácter crítico y perseguidor de la verdad, nos muestra lo que ha sido la labor del periodista mexicano en el enfoque político, durante años de corrupción, complicidad, suciedad y gran limitación en la libertad de expresión, en donde se presentan nombres tan oscuros como los de Carlos Hank Gonzáles, Luís Echeverría, Gustavo Díaz Ordaz, Adolfo López Mateos, entre muchos otros.

Pero no solo de políticos recuerda su memoria, están allí presentes compañeros de trabajo, amigos y grandes personajes en la historia mexicana, que han acompañado a Julio tanto tiempo, con esa memoria tan terca, que insiste en no olvidarlos, así como tampoco olvidar su ideología, su compromiso con la honestidad, a no fallarles.



La realidad del periodismo en Xalapa


El periodista, citando a Julio Scherer, es un hombre tan libre que hace suyos los acontecimientos que presencia, que nadie puede mirar de igual manera. Es pues su labor no sólo informar lo más veraz posible, sino generar la opinión pública, propiciar la reacción de la sociedad, brindar un servicio a la comunidad. Es por ello que difícilmente hablaremos del periodismo como tal en Xalapa, porque carecemos de suficientes medios que vayan más allá de un simple reporte de los hechos por encima de ellos, sin profundizar en las causas, sin medir las implicaciones y consecuencias, sin emitir juicios y buscar esa reacción social tan necesaria. Estamos pues rodeados de informantes de sucesos, que no reflejan la realidad cruda y dura en la cual vivimos, en cambio observamos a veces chismes de lavaderos entre los políticos locales, y donde pasa desapercibida la reflexión de hechos, que, a veces por encima parecen tan intrascendentes, como el hombre que roba comida en un súper mercado, pero que reflejan el estado en el que se encuentra la sociedad.

Entonces se nos presenta otra carencia, si hablamos de falta de periodismo, con mayor razón carecemos del periodismo crítico, reflejo del derecho a la supuesta libertad de expresión, y que solo conocemos mediante algunas columnas de periodistas no locales, que aparecen en algunas publicaciones xalapeñas. Otra opción es la que parece ser el camino para la expresión crítica, el periodismo alternativo, siendo éste el más viable para dar pie a este tipo de pensamiento, y aceptando que el periodismo que encontraremos en los medios masivos de comunicación, es un periodismo empresarial, que obedece a diferentes intereses y en los que será muy difícil escuchar juicios críticos.

Por otro lado tenemos la limitación de la expresión periodística por parte de las autoridades, que obstaculizan la labor del periodista sometido a los intereses económicos y políticos del medio de comunicación, o a la información impuesta por organismos como la secretaría de gobernación, la cual no corresponde a los hechos verídicos, es entonces que vive con el miedo a las represalias del poder público, a las corruptas autoridades, aunadas a los ataques y amenazas de los narcotraficantes.

Otro factor que muestra la libertad de la que goza el periodista, es el ético, la posibilidad de decidir el camino por el que va a transitar, la capacidad de escoger entre el bien y el lado oscuro.



Una analogía del planteamiento de Scherer, para Xalapa



Es importante la práctica en Xalapa de un periodismo como el que propone el señor Julio Scherer García, un periodismo de investigación a fondo, tal como el que él mismo siempre ha practicado, sustentado, que se enfoque en la denuncia y la crítica del sistema de gobierno, pues aunque sea tachado de inconforme, el periodista siempre tiene que informar acerca de lo que no se esta haciendo. Ya que lo que se hace bien, no perjudica, no así lo que se hace mal, lo sucio, corrupto.

El “periodista” xalapeño debe trascender en la práctica del periodismo, no de ser un mero informante, hay que echar una mirada al pasado, y aquí cito de nuevo al
señor Scherer, “El periodismo padece la esclavitud del presente, pero no estaría de más volver”, pues a pesar de que es importante mantener informada a la sociedad acerca de lo que esta ocurriendo, dado la periodicidad de la noticia, no olvidemos que el presente está construido de acciones pasadas, es importante reflexionar acerca de los errores cometidos en el pasado, después de todo ese es otro objetivo del periodismo.

Gran cantidad de “periodistas” xalapeños, trabajan al servicio del gobierno del estado, no de la sociedad civil, he allí un gran problema, la sociedad vive en una nube “roja” (sólo eso falta que pinte Fidel Herrera), pocos se atreven a hablar acerca del gobernador del estado, temen a la censura, a las amenazas y hasta a los asesinatos, porque lamentablemente, somos el segundo país más peligroso para ejercer la profesión del periodismo, y hay que cuidarse de no denunciar ni a los policías, agreguémosle las represalias de los narcotraficantes, y claro, no dejemos de lado el respectivo “embute”, el “chayote”. La mayoría de los medios en Xalapa solo se interesan en las vidas privadas o públicas de los gobernantes que por las acciones, cuando mucho observamos las inauguraciones del gobernador Fidel Herrera, y no encontramos la realidad que buscamos, esa que es incomoda pero cierta, que refleja la situación en la que nos encontramos.

Es necesario practicar el periodismo en Xalapa, pero mientras sigan perjudicando las diferentes causas mencionadas y muchas otras más, no pasaremos de un simple informe de actividades políticas.

martes, 13 de mayo de 2008

¿El sueño o la realidad?

En profundo placer divaga, recorre caminos reverdecidos, bajo las sombras de los robles, allí la encuentra a ella, esperando sentada a los pies de el árbol, la toma en sus manos y la besa, y mira en su interior, puede sentir sus latidos, la luna es testigo de la pasión y el sol de su amor.

Viaja a lugares lejanos, despierta con el sol naciente se acuesta con el sol de media noche, la vida es alegría, no hay penas ni pesares.

De pronto el pavor lo acecha, las puertas de la realidad lo amenazan, el amor huye de sus manos, desesperado la busca en los rincones de su mente, mas ella comienza a tornarse borrosa y opaca, el olvido es el destino.

Te recordaré le promete, bajo una cascada salada que escurre hasta su boca y por fin le hace abrir los ojos. Al fin despertó de su coma, pero nadie lo espera ahora.